Este viernes vimos una peli curiosa sobre un adolescente obsesionado con el suicidio, los entierros y todo lo escatológico y una vieja pirada en la flor de la vida.
El director es Hal Ashby, una estrella de los 70 ya prácticamente olvidada, pero que consiguió varios premios y nominaciones tanto para él como para los actores que dirigía.
Tuvo una carrera interesante que se vio truncada por su afición a las drogas. Es el director de varias pelis de temática original y de izquierdas, además de Shampoo, Bienvenido Mister Chance, y tres películas, dos documentales, sobre el mundo de la música: Sobre Woody Guthrie, The Rolling Stones y Neil Young. Su última película fue un nada despreciable thriller con Jeff Bridges y Rosanna Arquette: Ocho millones de maneras de morir.
La peli es en gran medida una reivindicación del espíritu hippye, con mezcla de humor muy negro y otro más naif; con dos protagonistas en dos papeles muy exagerados y tan poco creíbles como efectivos.
Por último hablemos de su protagonista. Ruth Gordon, uno de los personajes más interesantes del cine. Una auténtica flapper en su juventud, actriz tanto de teatro como de cine, escritora y guionista galardonada. Es la responsable, junto con su esposo, de los guiones de La costilla de Adán y La impetuosa, ambas protagonizadas por Spencer Tracy y Katherine Herpburn, donde se reflejaba la relación del matrimonio. Hay una interesante entrevista a ambos en internet, en inglés, donde dicen que el secreto de su felicidad era que solo estaban de acuerdo en que nunca estaban de acuerdo.
Ruth Gordon protagonizó también La semilla del diablo, de las que, por cierto, hizo, varias especie de secuelas y tuvo el glorioso honor de hacer de la madre de Clint Eastwood en la famosa saga del orangután.