AÑO:2010
DURACIÓN: 80 min.
PAÍS: Finlandia
DIRECTOR: Jalmari Helander
GUIÓN: Jalmari Helander, Juuso Helander
MÚSICA:Juri Seppä
FOTOGRAFÍA:Mika Orasmaa
REPARTO Per Christian Ellefsen, Tommi Korpela, Jorma Tommila, Jonathan Hutchings, Peeter Jakobi, Ilmari Järvenpää, Onni Tommila, Rauno Juvonen
PRODUCTORA Coproducción Finlandia-Noruega-Francia-Suecia; Agnès b. Productions / Cinet / Davaj Film / FilmCamp / Filmpool Nord / Love Streams Productions / Pomor Film / Yleisradio (YLE)
WEB OFICIAL
Película dirigida por Jalmari Helander, basándose en su propio cortometraje de 2003.
En el paisaje finlandés helado se nos narra un cuento navideño de terror, no con la sangre prometida, pero sí con gratas sorpresas.
Otra vuelta de tuerca al Bad Santa, ya retratado en Futurama, y alguna que otra peli de serie B.
El protagonista, un niño de unos diez años que vive con su padre viudo, descubre que, el verdadero Santa Claus es un demonio secuestrador y torturador de niños que, en tiempos ancestrales fue atrapado, congelado y enterrado bajo una montaña. Partiendo de los mitos más terroríficos de la imaginería nórdica, la película hará vibrar al niño que llevamos dentro, y como en los mejores cuentos clásicos, el instinto de supervivencia se pone en marcha La Cocacola domesticó a Santa Claus haciéndolo apto para todos los públicos, aquí se pondrán de nuevo los puntos sobre las ies. La llegada de unos americanos que pretenden desenterrarlo, y tal vez comercializarlo, desatará el terror. Película de aventuras, en la línea del mejor cine juvenil de los ochenta, divertida y con una buena dosis de acción, que convierte al chaval protagonista en todo un Bruce Willis. Lo mejor es la relación entre el padre y el hijo, cómo el niño crece y se hace adulto a golpe de villancico. Igual de interesante resulta el tono de la película a camino entre géneros.
Muy recomendable. Estoy deseando ponérsela a mi sobrino, si es que soporta el miedo.
Es original, divertida y a la vez oscura. Destaca por su fotografía , potente color e interesantes planos, además de por las interpretaciones.
Ganadora del premio a mejor película en la edición de este año 2010, del Festival de Sitges, además del premio al mejor director y mejor fotografía.
En el paisaje finlandés helado se nos narra un cuento navideño de terror, no con la sangre prometida, pero sí con gratas sorpresas.
Otra vuelta de tuerca al Bad Santa, ya retratado en Futurama, y alguna que otra peli de serie B.
El protagonista, un niño de unos diez años que vive con su padre viudo, descubre que, el verdadero Santa Claus es un demonio secuestrador y torturador de niños que, en tiempos ancestrales fue atrapado, congelado y enterrado bajo una montaña. Partiendo de los mitos más terroríficos de la imaginería nórdica, la película hará vibrar al niño que llevamos dentro, y como en los mejores cuentos clásicos, el instinto de supervivencia se pone en marcha La Cocacola domesticó a Santa Claus haciéndolo apto para todos los públicos, aquí se pondrán de nuevo los puntos sobre las ies. La llegada de unos americanos que pretenden desenterrarlo, y tal vez comercializarlo, desatará el terror. Película de aventuras, en la línea del mejor cine juvenil de los ochenta, divertida y con una buena dosis de acción, que convierte al chaval protagonista en todo un Bruce Willis. Lo mejor es la relación entre el padre y el hijo, cómo el niño crece y se hace adulto a golpe de villancico. Igual de interesante resulta el tono de la película a camino entre géneros.
Muy recomendable. Estoy deseando ponérsela a mi sobrino, si es que soporta el miedo.
Es original, divertida y a la vez oscura. Destaca por su fotografía , potente color e interesantes planos, además de por las interpretaciones.
Ganadora del premio a mejor película en la edición de este año 2010, del Festival de Sitges, además del premio al mejor director y mejor fotografía.
Me gustó y sorprendió gratamente, me esperaba más casquería (especialmente viendo la escena del padre desollando un cerdo, extrañamente tierna por cierto, el padre ahí con su cuchillazo y delantal sanguinolento y el niño sobre las escaleras con los ojitos cerrados mirando y no mirando, toda una declaración de intenciones, por cierto).
ResponderEliminarLa relación padre-hijo, la incomunicación son, para mí, los temas de la peli. Aunque el hilo conductor sea el -sin ninguna duda- mito verdadero de Papá Noel.
La fotografía genial y la banda sonora acompaña en todo momento.
Por otro lado, bastante desordenado por cierto-same on me-, la película crece con el niño. Los momentos fantásticos se multiplican hacia el final y, especialmente, desde que el chaval se arma de valor para deshacerse de su muñeco de trapo para cruzar la puerta 24, esa que se dedica a grapar en el calendario de Adviento para que el Bad Santa no se pueda atraparlo.
El final quizá pueda resultar excesivo, pero la ironía doblemente explotadora lo rescata, así como al espíritu navideño -aunque esto último me fastidie-.